
Una polémica oferta de la cadena de supermercados alemana, en la delicada línea entre la ayuda y la humillación
La cesta de la compra marca una subida anual de récord. Los alimentos se han encarecido un 16,6% respecto a febrero de 2022, lo que supone el incremento más alto desde 1994, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística.

Esta subida sin duda está generando un gran problema en muchos de los hogares a la hora de poder adquirir alimentos básicos en nuestra cesta de la compra.
Muchos son los motivos y excusas que se lanzan desde las instituciones y grandes empresas para justificar estas subidas sin precedentes, la gasolina, el precio de la electricidad, el precio de materias primas, etc… Aunque podemos ver como estas grandes empresas cierran sus ejercicios económicos anuales con beneficios records, por otro lado los agricultores, ganaderos, pescadores y demás productores denuncian los precios a los que estas grandes cadenas de distribución pagan por sus productos y la gran diferencia que existe entre el precio que ellos perciben y el precio de venta final al que se adquiere ese producto y que los consumidores pagamos en los stands de los supermercados.
Son muchas las recetas o iniciativas que se exponen desde los partidos políticos para intentar controlar esta subida, como el tope de los precios, bajadas de iva, incluso presiones a algunas de estas empresas para que bajen sus productos que ningún efecto pueden tener en un mercado libre.
Llevamos viendo durante algunos días en los medios de comunicación iniciativas privadas que están estudiando o adoptando algunas de estas grandes empresas de distribución para rebajar algunos productos básicos de nuestra cesta de la compra, entre todas ellas no ha pasado desapercibida esta de una conocida cadena de supermercados alemana , lo que parece una buena acción comprometida contra el desperdicio alimentario y la posibilidad que los consumidores adquieran estos productos a precios más asequibles, puede parecer a muchas personas, una humillación y una oportunidad de negocio, poniendo a la venta productos que antes se tiraban directamente a la basura o en el mejor de los casos eran recogidos por algunas organizaciones solidarias para distribuir en bancos de alimentos para las familias más vulnerables.

La polémica iniciativa según hace público la misma empresa, es implementar nuevas medidas preventivas para evitar el desperdicio de los alimentos. Entre las mismas, se encuentra el lanzamiento en las más de 650 tiendas que la cadena tiene en España de lo que ha denominado la ‘bolsa antidesperdicio’. Se trata de un pack disponible por tres euros y que contiene frutas y verduras que, o bien no cumplen con los estándares estéticos convencionales pero siguen siendo totalmente aptas para su consumo, o forman parte de envases que han sufrido algún tipo de desperfecto sin dañar la calidad del producto.
Hasta aquí puede parecer una gran medida, aunque finalmente hay que ver que tipo de productos entran en esta bolsa y en qué condiciones, porque finalmente son productos que la cadena no puede poner a la venta en su precio original.
Cuando decimos que hasta aquí puede parecer una iniciativa aceptable siempre que se garantice la calidad de estos productos, es porque la gran polémica surge a raíz del anuncio de la misma empresa de extender esta iniciativa al sacar a la venta con descuentos que van del 30% al 50 % productos que antes era impensable de que se pudieran poner a la venta, productos con los que estas empresas no pueden obtener ya ningún beneficio pasando directamente a su lista de pérdidas y que pueden intentar reducir tras estas iniciativas (solidarias), que como hemos comentado pueden pasar a ser consideradas como una humillación directa hacia los consumidores.
Estos productos son el pan del día anterior, “Sí, han leído bien, de toda la vida, el pan de ayer“, o productos que su fecha de caducidad cumplen el mismo día. Productos que hace un tiempo no los podríamos haber visto en ninguna estantería de ningún supermercado, ya que se retiraban incluso varios días antes de su caducidad para evitar cualquier peligro de salud pública, o que como ya hemos dicho en su caso y bajo un control exhaustivo, algunas organizaciones sociales pedían a estas cadenas para distribuirlos a las familias más desfavorecidas.

Puede parecer que los productos que se repartían solidariamente en la cola de los bancos de alimentos ahora están a la venta a un 30% o un 50% de descuento de su precio habitual, es decir, al mismo precio que costaban esos productos hace muy poco tiempo antes de acentuada subida de los precios.
Sin duda esto invita a los consumidores a una gran reflexión, ¿Hacia dónde vamos? ¿En manos de quién estamos dejando uno de los mercados más importantes que tenemos como es el de la Alimentación?
La mejor opción… ¿La de siempre?, ¿La que siempre funcionó?
Nuestro pequeño comercio de proximidad y confianza

Parece que ha quedado lejos el trato con nuestro pequeño comercio del pueblo, del barrio, donde nos llamaban por nuestro nombre, donde nuestros hijos iban juntos a la escuela y jugaban en el mismo parque, el mismo comercio que se preocupaba de darte lo mejor y al mejor precio, si no lo tenía lo pedía para que el próximo día no te faltase, el que aplicaba a los productos entre un 15% a un 30% de margen al coste del que los adquiría, aquel que tenía una libreta con tu nombre apuntado lo que ibas pidiendo, por si no te iba bien pagarlo en ese momento, se esperaba a que cobraras, pero que no iba a dejar que un tu casa faltara un plato de comida ni el desayuno o merienda de tus hijos.

El mismo comercio que ayudó a tantas familias y que poco a poco fuimos dando la espalda atraídos por cantos de sirena, por grandes superficies que nos ofrecían todo lo que queríamos incluso lo que no, lo que no necesitábamos, bajo un gran merchandising y tentadoras ofertas y descuentos que con el tiempo se han convertido en lo que tenemos hoy, empresas que dominan el mercado y controlan los precios, adquiriendo los productos a unos precios incluso muchas veces por debajo de los costes de producción y que acaban en nuestras cestas de la compra con unos márgenes estratosféricos.
Existen numerosas razones para comprar en los pequeños negocios, como por ejemplo mejorar la economía de la zona, crear puestos de trabajo en la misma, disfrutar de un trato cercano y personalizado, dar vida a los barrios de las poblaciones, disfrutar de productos exclusivos o de mayor calidad, etc

Desde La Guía del Aljarafe lo tenemos claro, apoyamos totalmente a la pequeña y mediana empresa , al comercio de proximidad, al que crea riqueza en tu zona, en tu pueblo, en tu comarca, el que contribuye a una economía circular y una distribución de la riqueza, al empresario que con los beneficios que obtiene de tí, también los invierte en tí y los gasta en los demás comercios y empresas de su zona.
Apoya a la pequeña y mediana empresa #compraenelaljarafe