
Tras el éxito cosechado en el Campeonato de Andalucía, la joven nadadora nos cuenta: “En los minutos antes de competir suelo mandarme mensajes motivadores y de ánimo a mi misma y sobre todo, pensar en positivo”
La aljarafeña Irene Fernández, con las mismas horas en el agua que la sirenita Ariel aunque sin escamas y con una pinza en la nariz, nos explica cómo fueron sus inicios en este deporte tan artístico como es la natación sincronizada.
Con tan solo 20 años, la futura fisioterapeuta se ha subido al podio en diversas ocasiones y no esconde que lo volverá a hacer. Inició su andadura en el club de Gines Estrellas del Mar para terminar formando parte del prestigioso club Sincro Sevilla que tantas medallas internacionales ha alcanzado. Aunque una de las mayores aficiones de la nadadora es viajar a lugares exóticos y conocer su cultura por diversión, no duda que en un futuro se vea compitiendo en aquellos países lejanos.

P. Cuando te dicen las “dos palabras mágicas”: “natación sincronizada”, ¿qué sentimientos te producen?
R. La natación sincronizada es un deporte que llevo practicando desde los 9 años, ya van 11 nadando. Años que van desde la niñez hasta la adolescencia en los que me he ido convirtiendo en la persona que soy ahora y por supuesto, en la que ha forjado mi forma de ser, ya que todo deporte a nivel competitivo requiere de constancia, sacrificio y disciplina. Al escuchar el nombre de mi deporte, me despierta muchos sentimientos como alegría, ilusión, sueños en común, sacrificio, disciplina y amistad.

P. Desde que te sumergiste “por primera vez” para dar “los primeros pasos” bajo el agua, has pasado por muchos entrenamientos semanales, en los cuales habrás tenido mejores y peores momentos pero, ¿crees que un mal entrenamiento podría ser motivo más que suficiente para terminar con un deporte?
R. Sí, al final el hecho de no encontrarte cómoda entrenando, tener una mala experiencia en un entrenamiento o no sentirte motivada por el ambiente que hay, puede ser el detonante para dejar el deporte.
La natación sincronizada (artística), al igual que cualquier otro tipo de deporte que se entrene a alto rendimiento, requiere de altas exigencias, donde resulta fundamental tener buenas sensaciones entrenando y estar en un buen ambiente de equipo, llevarte bien con tus compañeras y con la entrenadora es fundamental para seguir ya que son muchas horas. Y todo esto hay que compaginarlo con los estudios y exigen mucho de ti y tienes que estar bien para seguir un día tras otro.

P. ¿Cuándo te diste cuenta que la natación artística sería una de las aficiones que no sólo lo harías por divertimento si no para dedicarle un tiempo extra, trabajar más en ello, perfeccionar la técnica y competir por este deporte como estilo de vida?
R. Cuando participé en el primer campeonato de España quedé entre las diez primeras y eso que entrenaba la mitad de horas que las niñas que competían. Para entonces, la sincro para mí era una actividad extraescolar pero en ese momento me planteé que podía ser algo más que un hobby y si entrenaba más horas y con mejor técnica podría competir a niveles más exigentes y llegar más lejos.

P. Como dice el dicho “ser bueno en algo se nace, no se hace” pero, ¿consideras que tienes talento en este deporte o más bien eres toda una experta por la constancia y el tesón que le dedicas?
R. Siempre se me ha dado bien el deporte, pero sin una buena técnica, muchas horas de entrenamiento, constancia, muchas repeticiones hasta pulir una rutina y dedicación no llegas a obtener los logros que he conseguido, pero todo se resume en entrenamiento y más entrenamiento. En un deporte en el que tienes que tener cualidades, pero sobre todo, tienes que entrenar mucho ya que las medallas no las regalan y hay que trabajar duro para conseguirlas.

P. ¿Has tenido o tienes un referente deportivo?
R. En sincro, el país que siempre he tenido como referente es Rusia, en especial le tengo gran admiración a Svetlana Romashina. Y por supuesto, también a las brillantes nadadoras españolas Gemma Mengual, y Ona Carbonell.

P. Cuando te encuentras durante muchos segundos bajo agua en una competición y empiezas a notar signos de ahogo, ¿sigues con la coreografía intentándolo hasta el final o le haces señales a tu compañera para que te cubra?
R. Hasta ahora nunca me ha pasado el sentir que no podía continuar con la rutina en una competición. El sentimiento de ahogo durante las figuras es algo que ya tenemos normalizado y entrenado, por lo que no nos supone un inconveniente para no seguir con la rutina. La apnea se entrena y sabemos cuales son las sensaciones normales que nos causa. En el caso que hubiese algún accidente o emergencia, sin duda, se pararía la competición y se priorizaría la salud de la nadadora.

P. ¿Cómo se siente la música bajo el agua?
R. Realmente cuando estamos nadando, escuchamos la música debajo del agua pero estamos todo el rato concentradas siguiendo los tiempos de la música, ya que a cada tiempo hay un movimiento diferente. Solo nos fijamos en el ritmo que tiene la música y en contarla mediante tiempos “undostrecuatsinsissetbuit” y realizar cada movimiento en su debido tiempo.

P. ¿Crees que la natación sincronizada es un deporte que está infravalorado en cuanto a esfuerzo físico y mental?
R. Sí, la natación artística no es nada fácil y hay que trabajar muy duro para llegar lejos.
Sin duda, es un deporte con altas exigencias a nivel físico y mental. A nivel físico, trabajamos la apnea en movimiento, donde se requiere un alto gasto energético, trabajamos la fuerza, la flexibilidad, para poder elaborar todo los movimientos en las rutinas, la coordinación, sobre todo en las rutinas en equipo y en dúo que tenemos que estar sincronizadas, trabajamos la resistencia, ya que para poder aguantar tres minutos en una rutina, tenemos que entrenar muchas horas al día.
Y a nivel mental, hay que saber gestionar esa exigencia y que no te influya cómo deportista. Tienes que estar capacitado para asimilar una mala puntuación a pesar de todo el esfuerzo que ha supuesto llegar hasta ahí, en tres minutos te juegas todo ese esfuerzo de horas y horas de entrenamiento y siendo objetiva, en las puntuaciones algunas veces te puedes venir abajo si ves que tu esfuerzo no ha sido calificado como esperabas o simplemente otra veces tienes un mal día y no sale todo lo bien que lo tenías entrenado, por ello todo esto hay que saber gestionarlo.

P. En los minutos previos a una competición ¿cómo te preparas mentalmente para salir ante un jurado y un gran público expectante a la actuación?
R. En los minutos antes de competir suelo mandarme mensajes motivadores y de ánimo a mi misma y sobre todo pensar en positivo. Visualizo en mi mente toda la rutina que voy a realizar y me concentro en lo que voy a hacer, en definitiva trato de centrarme en lo que voy a ejecutar.
Por otro lado, en las rutinas que nado en equipo, entre todas nos solemos reunir y recordamos los puntos más importantes y donde solemos fallar más en los entrenos para que no ocurra en la competición. Pero sobre todo nos apoyamos y motivamos mutuamente.

P. ¿Sientes que la medalla de oro en el Campeonato de Andalucía ha sido un “chute de energía” para entrenar más fuerte de cara a las próximas competiciones?
R. Siempre es una motivación obtener una medalla tras el esfuerzo durante toda la temporada de entreno, y por supuesto vamos con más ganas y fuerzas al campeonato de España.
P. ¿Qué consejos le darías a un deportista que estuviera a un mes de disputar un campeonato de España?
R. Sobre todo que siga entrenando y confiando en sus capacidades, que disfrute de lo que hace, ya que el deporte está para disfrutarlo. Le diría que se organice porque el mes antes de un campeonato es bastante duro para compaginar estudios con deporte, son muchas horas de entreno y hay que sacar tiempo para todo.

P. Y por último, a modo de autocrítica personal, ¿piensas que deberías mejorar algo tanto dentro como fuera del agua para llegar aún más lejos?
R. Siempre se puede mejorar las rutinas, pulirlas hasta conseguir una figura más limpia aunque en eso trabajamos todos los días. Pero ya en la categoría en la que estoy y compaginarlo con mi carrera universitaria, no puedo permitirme mentalmente seguir practicando este deporte a alto rendimiento, sino practicarlo más por diversión y poder seguir disfrutando con mis compañeras.
